miércoles, 29 de agosto de 2012

Mis libros

El propósito de este blog es hablar de mis libros una vez que mi trayectoria como escritor se acerca a los veinte años y mi obra ya es más extensa que la de la mayoría de los escritores a lo largo de su vida. Quince novelas (dos todavía inéditas al estar pendientes de concursos), dieciochos obras de teatro, un libro de cuentos y nueve guiones de cine, aparte de guiones radiofónicos, adaptaciones teatrales de clásicos y otros textos menores componen mi producción, a la que espero añadir nuevas novelas, el género en el que estoy más centrado durante los últimos años al ser el que más me gusta y en el que puedo controlar todo el proceso desde que nace la idea hasta que llega al lector, lo que con los guiones y el teatro no ocurre porque el fin de los textos pasa porque puedan ser representados o filmados.  
            No me propongo con este blog hacer sinopsis de lo que hay escrito en cada una de mis obras porque considero que los textos se tienen que defender por sí mismos y cada lector es libre de interpretarlos como desee. Tengo la fortuna de estar en contacto con muchos de mis lectores que regresan periódicamente por mi tienda o me escriben, y me han contado cosas sorprendentes de mi obra, tanto de lo que hay escrito como de lo que ellos han interpretado, incluso de lo que ha aportado a su vida, y todo ello me enriquece.
            Calculo que ya son cerca de diez mil lectores los que han leído algunas de mis obras, y muchos de ellos han repetido, hasta el punto de que algunos las coleccionan y en cierto modo los considero como unas mecenas que me permiten seguir trabajando en aquello que amo y que tardé mucho tiempo en descubrir, porque no todas las personas encuentran aquella actividad para la que están más capacitados, o puede que lo hagan cuando ya es demasiado tarde para dar un vuelco a su vida que le permita desarrollarla.
            El propósito que persigo es contar aquello que me llevó a enfrentarme a cada una de mis obras y cómo las desarrollé, porque yo no soy un escritor que dedique mucho tiempo a madurar una idea antes de ponerme a escribirla, prefiero lanzarme al abismo, lo que con frecuencia me lleva a meterme en laberintos de los que no siempre soy capaz de encontrar la salida, pero disfruto mucho más escribiendo de este modo que teniéndolo todo planificado. No concibo la literatura como una tortura, sino como un viaje en el que hay mucho que aprender y en el que debe haber más momentos de gozo que de sufrimiento. La búsqueda del conocimiento es la actividad más enriquecedora que puedo imaginar porque nunca se acaba, y por eso ahora no tengo la impresión de que las ideas se me agoten, algo que al principio pensaba. Cada historia que escribo me abre vías para otras nuevas, y me siento como aquellos exploradores que se lanzaron a buscar los confines de la tierra, y que cada ruta que seguían les abría nuevas vías de exploración.     
            Espero que aquellos que conocéis mis libros os animéis a escribirme para que pueda incluir vuestras impresiones.

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